La otoscopia es la exploración del conducto auditivo externo y de la membrana timpánica que permite comprobar la integridad del mismo. Esta prueba es imprescindible antes de realizar la toma de medidas. La otoscopia es indolora y para su realización se utiliza el otoscopio, instrumento que cuenta con un haz de luz que permite realizar el examen.

La impedanciometría es una prueba que se realiza para evaluar cómo funciona el oído medio ante estímulo sonoro, así como la movilidad e integridad de la membrana timpánica y la continuidad de la cadena osicular (martillo, estribo y yunque).

Es una prueba indolora y objetiva que sirve para valorar cómo se comporta la onda sonora a lo largo del oído medio. Se habla de impedancia máxima cuando la vibración de la cadena osicular y de la membrana timpánica es mínima.

La audiometría es una prueba que permite conocer si tienes algún tipo de pérdida auditiva y clasificarla. Se realiza dentro de una cabina insonorizada, el paciente recibe distintos tonos en frecuencias determinadas. Con estos datos se crea una gráfica de mínimo umbral de audición para cada oído en vía aérea y vía ósea.

Además, se complementa con la logoaudiometría que permite determinar cuál es el nivel de discriminación de la palabra que tiene cada paciente.

Ambas son pruebas indoloras y subjetivas que se basan en la respuesta del paciente.

Una vez realizadas las pruebas objetivas y subjetivas se realiza el estudio de la pérdida auditiva para tomar la decisión del tipo de adaptación que se va a realizar, en uno o en los dos oídos.

La selección del tipo de audífono es una decisión que deben tomar en conjunto el paciente y el profesional, valorando el tipo de pérdida auditiva, la fisiología del oído, las preferencias estéticas y económicas del paciente, las prestaciones que ofrece cada modelo, la habilidad de manipulación de la prótesis, etc.

Si el audífono seleccionado requiere un molde o carcasa a medida es necesario hacer una toma de impresión. Esta acción consiste en realizar una plantilla con la forma del conducto auditivo del paciente a partir de la cual se fabricará el molde o la carcasa de su audífono.

Cuando el audífono llega al centro y antes de ser entregado al paciente se llevan a cabo las medidas HIT. Con estas medidas el audioprotesista garantiza que el audífono cumple con todos los valores del fabricante y por tanto, está puesto a punto para poder realizar su entrega.

Durante la entrega se comprueba que el audífono queda perfectamente adaptado al conducto auditivo del paciente y se realiza un primer ajuste con el paciente intentando aportar el máximo confort en todas las situaciones cotidianas del usuario.

En el momento de la entrega se establece un protocolo de visitas en los que el paciente referirá cómo se encuentra con el audífono, en que situaciones necesita mejorar, qué tipo de sonidos le molestan, etc. Se realiza un retoque del ajuste inicial para que mejorar el confort del usuario.

Por último, se le explica al usuario cómo debe usar su audífono, el mantenimiento y la limpieza del mismo.