La visión cromática se produce por los estímulos de las diferentes longitudes de onda de la luz sobre las células de la retina denominadas conos. El ojo humano es capaz de percibir alrededor de 8.000 colores y matices en un único nivel de luminancia, mientras que en todos los niveles puede alcanzar los 8 a 10 millones de matices.

El sistema visual de los seres humanos permite distinguir colores a través de la combinación de los tres principales o primarios: el azul, el rojo y el amarillo que están asociados a distintos tipos de conos. Sin embargo, no todas las personas poseen esa misma capacidad de identificación, ya que pueden presentar alteraciones en la visión cromática en mayor o menor grado.

El examen de la visión del color se realiza utilizando las láminas de Ishihara, en las que el paciente debe distinguir los números. El test Farnsworth consta de varías fichas con diferentes tonalidades que el paciente debe ordenar de forma correcta.

Con la realización de estos test se puede identificar si existe discromatopsia (alteración en la visión de los colores), ya sea congénita o adquirida.

La alteración al color se clasifica en:

• Deuteranopía: alteración de la visión al color rojo.
• Protanopía: Alteración de la visión al color verde.
• Tritanopía: Alteración de la visión al color azul.
• Acromatopsia: Ceguera al color.

En la actualidad la visión del color está adquiriendo más relevancia ya que resulta imprescindible en la realización de algunas actividades, trabajos, o para pasar algunas oposiciones.